Aunque el yoga restaurativo es mucho más beneficioso cuando se hace dentro de una sala, con toda la ayuda de bloques, almohadones y cintas como se pueda tener. Ahora que te toca practicar desde casa, nos parece apropiado darte estas tres posturas sencillas, ¡pero reparadoras! Ideales para esos días en los que el cuerpo te pide descanso y mimos.
Balasana con almohada
Empieza sentándote sobre tus tobillos con una almohada grande frente a ti. Deja que los dedos gordos de tus pies se toquen, separa tus rodillas más ancho que tus caderas. Si sientes algo de presión sobre ellas, pon una almohada extra bajo tus glúteos al sentarte para liberarles un poco el peso. Acerca la almohada grande que tienes por delante hacia tu pelvis y comienza a plegarte sobre ella, dejando que tu torso repose en ella. Si lo crees necesario, puedes poner más de una o cuantas necesites para lograr recostarte con comodidad y relajarte por completo sobre ellas. Tu mirada puede ir hacia el lado que prefieras, pero asegúrate de cambiar la dirección a mitad de postura. Respira, gana espacios en tu columna y entrégate al descanso. Mantente 10 minutos acá.
Balasana de lado con soporte en la pierna
Esta es ideal para quienes sufren de dolor de espalda. Acuéstate sobre tu espalda y ruédate hacia tu lado izquierdo, dejando la cabeza sobre una almohada si lo deseas. Pon una almohada frente a tu torso y lleva tu rodilla derecha en dirección a la axila derecha, para apoyarla sobre ella. Evitan tocar la caja torácica, deja que la flexión apenas sobrepase los 90 grados al acercarla hacia las costillas derechas.
Respira unos cinco minutos acá. Gira suavemente la rodilla derecha hacia la izquierda, pasa por el centro y busca la misma postura hacia el otro costado. Con tus brazos tienes varias opciones, podrías apoyarte descansando en tu bíceps que esté en contacto con la cama, o darte mayor soporte con almohadas ahí. También puedes descansar tus brazos donde sea más cómodo para ti. Esta misma variante podrías hacerla en torsión, dejando tu espalda sobre la cama y los brazos en cactus, mira hacia el costado contrario de tu pierna.
Supta Baddha Konasana (pose de ángulo reclinado)
Comienza de espaldas, colocando tu almohada favorita bajo la cabeza. Junta las plantas de tus pies y deja que tus rodillas se abran (como un libro). Desliza una segunda almohada (o dos) debajo de las rodillas. Este soporte permitirá que los flexores de la cadera se relajen y se suelten, reduciendo la tensión en la zona lumbar.
Deja que la parte superior externa de sus muslos ruede hacia abajo, alejándose del hueso del muslo, con la gravedad. Relaja los hombros y deja que los brazos se extiendan hacia los lados, con las palmas hacia arriba. Alarga el coxis hacia los talones para extender la columna vertebral. También puede llevar los talones más adelante, lejos de la pelvis, si siente algún dolor en la parte baja de la espalda. Suaviza a través de tu vientre y respira profundamente durante 5 o10 minutos.
Como ves, estas posturas son accesibles a todos y apenas te exigen meterte a la cama. Son ideales para terminar un día de trabajo y comenzar una rutina de descanso que no solo te relajará sino que ayudará a trabajar tus articulaciones. ¡Esperamos que les saques provecho!