Hay algo que todos nosotros, en algún momento, nos hemos dedicado a criticar y maltratar: nuestro cuerpo. A pesar de que es el sitio donde habitamos, el vehículo a través del que sentimos y experimentamos la vida, con él reímos, saboreamos exquisitos manjares, nos enamoramos, disfrutamos las puestas de sol, percibimos el aire frío en invierno y la sal de mar en la piel, el movimiento de nuestros pulmones y el latido del corazón. Gracias a él la vida se despliega a través de nosotros y es por él que la vida sigue y la consciencia se expande.
Nuestro cuerpo habla de nosotros, de nuestro mundo exterior y de nuestro mundo interior. De las aventuras que vivimos, de nuestros miedos y anhelos más profundos.
Entonces, ¿por qué lo juzgamos?
El ritmo loco de la vida , los estrictos cánones de belleza, los patrones alimenticios… Hacen que proyectemos nuestra imagen en comparación a la de los demás, sin tener en cuenta nuestra propia realidad física y nuestros propios ritmos. Y, por supuesto, olvidamos que somos finitos y perecederos.
Nuestros cuerpos, las constituciones físicas y biológicas son tan variopintas que visto en perspectiva parece una locura establecer un mismo modelo de belleza. Si bien hay estudios que proponen rasgos universales como la simetría, la proporción, la sencillez, la novedad, la familiaridad, la sonrisa, etc. ¿Quién puede decidir lo que es bello y lo que no? ¿No es la belleza algo subjetivo? ¿No hemos percibido belleza en el otro a medida que hemos ido conociéndolo? ¿Nos son nuestras emociones quienes nos hacen descubrir esa belleza? La belleza y la emoción van unidas porque todos somos bellos
El problema no es nuestro cuerpo, sino la forma en que lo percibimos. @Luis Rivero para finalizar una clase en numen nos contaba que todos somos el faro en la oscuridad de otro, que somos luz, que nuestra luz es inmensa y le llega a más personas de las que creemos. Todo aquello que admiramos ya está en nosotros, todo lo que queremos ser, ya lo somos.
@luis.riverocolmenares para finalizar una clase en numen nos contaba que todos somos el faro en la oscuridad y tempestad de otro, que somos luz, que nuestra luz es inmensa y le llega a más personas de las que creemos. Todo aquello que admiramos ya está en nosotros, todo lo que queremos ser, ya lo somos.
Cuida de tu cuerpo, cuida de ti.
Cuida tu casa por dentro y por fuera, practicando yoga, el estilo de vida que te ayudará a sanar, cuidar y fortalecer cuerpo y mente y a mejorar la visión de tu cuerpo y la calidad de tu vida.