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Viajemos hacia adentro con Yoga nidra

Desde una perspectiva personal, creo que una de las formas más exigentes de concentrarte y meditar es el yoga nidra. Para los que no lo conocen, esta es una técnica de meditación que utiliza el “sueño” consciente para relajarnos y encontrar ese estado anhelado, pero nada tiene que ver con dormirse.

El sueño y los pensamientos que rondan por nuestra mente son como un animalito asechando a su presa, las posibilidades de quedarte dormido y perderte del momento están allí, pero mantener la conciencia como testigo, muy activa y presente es un trabajo importante y complicado, ¡pero no imposible!

El yoga nidra es una labor profunda que tiene una forma o estructura específica para ser guiada, aunque es posible que un practicante avanzado actúe como su propio guía.

Una de las claves para entregarte a este proceso es encontrar la comodidad desde el principio: colócate completamente acostado con algo debajo de tus rodillas (manta, almohada, etc.) para que no moleste la zona baja de la espalda por estar tanto tiempo en la misma posición, y una manta o jersey y calcetines, ya que durante la práctica la temperatura del cuerpo baja. Así mismo es importante también crear conciencia absoluta del espacio en donde te encuentras y sentirte comod@ y segur@, tanto, como para lograr estar en total quietud y con los ojos cerrados toda la sesión hasta que se indique lo contrario.

Mantenerte como observador de todo lo que vaya apareciendo y despertando en tu interior o en chidakasha que es la conciencia de esa pantalla mental que aparece delante de nosotros al cerrar nuestros ojos en la espalda de nuestros párpados es fundamental, sin juicio para no distraerte o perderte de la guía, sino atento y presente en todo tu aquí y ahora.

Puede suceder que te pierdas por un momento de la guía del profesor, no pasa nada, solo se consciente de ello y continúa en el camino del yoga nidra, poco a poco irás lográndolo con la experiencia y en la medida que te lo vayas permitiendo. Eso sí, la disposición es fundamental.

A mí me costó muchísimo encontrar el estado nidra, se me hacía muy fácil relajarme y quedarme dormida sobretodo si la voz que me guía es pausada y dulce. También conozco personas que no logran la sesión porque comienzan a enjuiciar la voz que les guía, que si es muy lenta, o es muy suave, o es muy masculina, etc. Evítalo para que no te suceda como a ellos, que la cabeza no para de pensar y de emitir juicios que los saca de la sesión.

Date la oportunidad de experimentar un viaje de reconocimiento, un viaje en el que se te envolverá poquito a poquito con tu propio yo y podrás ver más allá de lo que imaginas de ti mismo. Como todo en la vida, tu experiencia se verá enriquecida y cada vez más clara mientras más  practiques y domines el yoga nidra, simplemente hay que hacerlo y estar dispuesto a ver y a recibir toda la información de esa dualidad positiva y negativa que todos llevamos dentro, aceptarla tal y como se muestra, allí esta nuestra evolución como personas y seres espirituales, aceptando cómo y quiénes somos.

Si quieres experimentarlo, en numen tenemos clases bajo demanda que te llevarán a la meditación. Búscalas en la sección Pranayama y Meditación. Allí encontrarás el yoga nidra guiado, que además de ser una de nuestras clases, también forma parte de un programa especial en el que puedes profundizar en este aspecto meditativo de tu práctica. ¡Si te interesa mucha más, pregúntanos por el programa (des)conecta!

Namaste 

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